Sobre un local comercial diáfano donde los promotores quieren realizar un restaurante de comida fusión mediterránea-oriental se propone un proyecto de interiorismo donde las piezas cerámicas tan comunes en ambas culturas cogen protagonismo con el diseño de una instalación artística cerámica que recorre el bajo comercial suspendida del techo.
Para ayudar a que el usuario se centre en la instalación a la entrada del local, se trabaja con materiales suaves que actúan como telón de fondo del mobiliario y de las piezas celestes que invaden los techos. Para ello, se ha escogido el roble para las zonas de almacenaje, paredes de tono beige y suelos grises oscuro. El mobiliario combina tonos madera, negros y ratán. Las piezas que componen la instalación son de tamaños y formas variadas trabajadas en azul celeste vitrificado, este acabado hace que refleje la luz en las piezas acogiendo a las personas a que se sienten en el salón.
CLIENTE
UBICACIÓN